Ucrania lanza ofensiva aérea sin precedentes contra bases militares rusas; reportan severos daños a flota estratégica

POLÍTICA

5/29/20252 min read

Kiev / Moscú. En una operación de carácter estratégico que marca un nuevo punto de inflexión en el conflicto bélico en Europa del Este, las Fuerzas Armadas de Ucrania llevaron a cabo un ataque aéreo masivo contra instalaciones militares rusas ubicadas en territorio federal, incluyendo por primera vez una base en el este de Siberia, a más de 4,000 kilómetros de la frontera ucraniana.

De acuerdo con fuentes vinculadas a los servicios de inteligencia ucranianos, el objetivo principal de la ofensiva fue la neutralización de bombarderos estratégicos rusos, con capacidad nuclear, estacionados en diversas bases aéreas. Se habrían alcanzado al menos 40 aeronaves, en lo que ya se perfila como uno de los golpes más contundentes al poderío aéreo ruso desde el inicio de las hostilidades en 2022.

Entre las instalaciones atacadas se encuentra la base aérea de Belaya, en la región de Irkutsk, donde se reportó un incendio de grandes proporciones. Según las mismas fuentes, los aviones impactados corresponderían a los modelos Tupolev Tu-95 y Tu-22, empleados por Moscú para lanzar misiles de largo alcance contra territorio ucraniano.

Aunque la información aún no ha sido verificada de manera independiente, la parte rusa ha confirmado la ocurrencia de los ataques, sin proporcionar hasta el momento un balance oficial de daños. Diversos canales prorrusos en redes sociales y blogueros militares reconocieron los hechos, difundiendo imágenes no verificadas de aeronaves en llamas.

La operación, de ser confirmada en su totalidad, representaría no solo un revés táctico para la Federación Rusa, sino también un mensaje político sobre el alcance operativo y la capacidad ofensiva de Ucrania en pleno año electoral para varios países miembros de la OTAN, que han respaldado a Kiev con asistencia militar sostenida.

Se espera que el Kremlin emita una respuesta formal en las próximas horas, mientras observadores internacionales evalúan el impacto que esta acción podría tener sobre la estabilidad regional y los equilibrios estratégicos en Eurasia.